En teoría, el discurso de promover un ambiente de formación para los empleados es algo que llama positivamente la atención, atrayendo credibilidad a la empresa. En la práctica, pueden surgir varias dificultades al aplicar la educación corporativa, especialmente para involucrarse en la capacitación en línea.
Pero, ¿por qué es tan difícil lograr que los profesionales se entusiasmen y apliquen con este tipo de titulación virtual? En este artículo, abordaremos algunos factores que explican este problema y presentaremos consejos sobre cómo lograr el objetivo de involucrar a los profesionales para participar en la capacitación. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué es tan importante capacitar a los empleados?
Antes de hablar de las dificultades que dificultan la participación en la formación online, conviene comprender la importancia de ofrecer formación en la empresa.
De hecho, la educación corporativa continua, ya sea en línea o presencial, es una excelente práctica, adoptada por grandes empresas de todo el mundo. Más aún hoy, cuando los procesos son cada vez más tecnológicos.
De esta forma, ofrecer un programa de cualificación en el ámbito profesional es fundamental para la evolución individual y colectiva en el ámbito laboral. Es una actitud que beneficia a todas las partes.
Por un lado, los empleados desarrollan y mejoran sus habilidades. Por otro lado, la empresa recibe servicios más calificados y productivos.
Pero, ¿qué significa participar en la formación en línea?
Distintos diccionarios indican que el verbo comprometer está relacionado con “participar colaborando en algo”. En política, el compromiso se asocia con la identidad ideológica, con la lucha por una causa. En el ámbito comercial, la semántica de la palabra está más acorde con la interacción con una marca y, en el contexto de la formación, el significado es el mismo.
Participar en un curso corporativo impartido en línea significa participar activamente en actividades, comprender la importancia del contenido y disfrutar plenamente del proceso de aprendizaje.
¿Cuáles son las principales dificultades de aprendizaje de los empleados?
Quizás te estés preguntando: al fin y al cabo, si la formación online es positiva tanto para las empresas como para los empleados, ¿por qué es tan difícil engancharse a este tipo de programas?
Las respuestas son variadas, pero la mayoría tiene que ver con cuestiones de perfil generacional, factores ambientales y contextos sociales.
Vayamos al primer punto: si los profesionales de tu empresa no están muy comprometidos, puede ser que no estén acostumbrados a este modelo de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, o que no estén adaptados al uso de herramientas tecnológicas.
Otro factor es el entorno donde realizan sus estudios. ¿Es viable estudiar en casa, a menudo con niños, parejas, animales y tareas domésticas? ¿El cansancio también termina contribuyendo al no compromiso? Estos son temas que también deben ser evaluados.
¿Qué más puede obstaculizar la participación en la capacitación en línea?
Supongamos que se descartan todas las premisas puntuadas en el tema anterior. Entonces, ¿qué más puede obstaculizar la participación en las clases en línea de una empresa?
Una respuesta muy pertinente es la estructura y el contenido del curso. Después de todo, ¿tiene sentido la formación para los profesionales? Si la respuesta es no, todo el proceso se verá perjudicado y no habrá compromiso alguno.
La mejor opción en estos casos es consultar a los colaboradores y conocer su opinión sobre los cursos, el método, la estructura y las herramientas utilizadas.
Este diálogo es crucial para comprender las expectativas, escuchar las quejas y alinear el proceso de una manera que contribuya al compromiso.
A la vista de toda la información expuesta, podemos decir que para desarrollar una formación online atractiva, primero es necesario entender las demandas, objetivos y condiciones de los empleados.
Después de este paso, es importante desarrollar un método que dé autonomía, que despierte el sentido de participar en las actividades, que demuestre las ganancias reales de hacer el entrenamiento, que sea contenido rápidamente aplicable a la práctica y que permita flexibilidad a sus colaboradores.
La misión de promover el engagement en la formación online no es fácil, pero bien planificada y ejecutada, en lugar de un problema, puede convertirse en una solución. Lo interesante de este proceso no es tener un enfoque de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba. Además, es fundamental contratar una empresa que se especialice en educación corporativa.
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